Como forme tu nombre

Autor:  Diácono Lorenzo Brizzio

 

 

Subí a la cima de la alta montaña,
allí en lo alto, mas cerca del cielo tomé de esa inmensidad,
entre mis manos, un poco de esa nieve eterna,
y un trozo de ese silencio infinito.

Bajé para penetrar en el gran bosque,
allí en lo profundo de la selva,
entre la maraña de vida vegetal,
encontré la flor más bella que viera jamás,
tomándola la envolví con un poco de ese rumor
de la vida que allí habita.

Luego viaje a la gran planicie,
allí en medio de aquella alfombra dorada,
que formaban las espigas del trigal,
tomé de esas generosas plantas, un manojo de sus espigas,
junto a ellas traje la armonía sonora
del viento entre las plantas que me rodeaban.

Llegué entonces al mar, frente a su inmensidad en aquella playa solitaria,
que era bañada por la luz del plenilunio,
sobre la suave arena, vi las huellas de mis pies,
de una de ellas, junté la húmeda arena,
y guarde con celo, la melodía que el viento le regalaba al mar.

Con todos mis tesoros a cuesta,
volví a lo hondo de mi jardín,
puse frente a mí, cada uno de los regalos de la vida.
Pude así, formar un nombre...,
nombre que solo con esos tesoros se puede formar.

Desde el jardín de mi corazón...,
le puse música con las melodías que traje,
y con la fuerza que me dio la vida,
grite al mundo ese nombre sublime...
... que con los tesoros de la vida yo formé: MADRE.-

LORENZO 10/1995