Viejo

Autor:  Diácono Lorenzo Brizzio

 

 

Caminando un hombre va,
en su camino de pronto ve,
jóvenes que hacen lo malo de la vida.
El hombre propone su consejo de bien.

Los jóvenes a coro le responden...,
viejo..., viejo..., estas viejo,
viejo..., viejo..., ya de nada sirves,
viejo..., viejo..., tus consejos ya no sirven,
viejo..., viejo..., ya carecen de valor.

Nosotros somos jóvenes..., jóvenes,
hacemos nuestra vida..., jóvenes..., jóvenes,
lo hacemos, y está bien, somos jóvenes..., jóvenes,
somos libres y jóvenes..., jóvenes.

Tú eres viejo y esclavo...,
esclavo de la vieja moral,
de la antigua ética y arcaicos prejuicios,
y de aquellas viejas reglas.

La vida es nuestra y a nadie pedimos, ni rendimos cuentas,
vete viejo..., vete ya,
aparta de nosotros tu vieja humanidad.

Se alejo el Hombre,
la cabeza gacha,
perdida la mirada,
los pasos pesados y lentos.

Mas de pronto una blanca luz, todo lo ilumino.
El hombre su rostro al cielo elevo,
y con dulce y suave voz, pidió:
« Padre, perdónalos no saben lo quieren, ni a donde van.»
Viejo..., viejo..., viejo...

                        lorenzo   08/1986