Brandy

Autor:  Diácono Lorenzo Brizzio

 

 

Es noche oscura de novilunio…
En la habitación aún se siente tu presencia,
el suave perfume que impregna siempre tu piel, está en ella,
y las notas de “Naufragar” envuelven la armonía de tu cuerpo,
cuando danzamos los dos, en nuestra noche…
Pero yo, cual mísero mendigo ciego…, aún con mis ojos abiertos,
no te veo…, es que tu solo estás en mi pensamiento.

Busco en mi soledad de ti…
Aquella botella de brandy añejo,
retiro su tapa, vierto un generoso trago en una copa,
pongo a girar el disco y la música fluye de él…
mis trémulas manos dan calor al licor y éste emana su suave perfume,
lo huelo y bebo un sorbo, su delicado sabor penetra en mi…
y mi boca toda se llena del sabor de aquellos besos tuyos,
la melodía llega a mis oídos y aferrado a la copa,
giro a su compás acariciando tu ausente cintura.

Es noche oscura, están en ella estos recuerdos míos…
La armonía en la música y en la copa de brandy ya vacía,
tan vacía como la sala sin ti.
Te llamo, te nombro, te busco…, pero tú no estás…

El reloj en la pared, da las doce campanadas, es media noche…
Grita mi corazón de gozo y alegría, la sangre fluye con fuerza por las venas.
¿Por qué grito de alegría…, si tú no estás?
Es que hoy, mi amor tú volverás… 

                                                              lorenzo  25/06/2007