Ese día

Autor:  Diácono Lorenzo Brizzio

 

 

Un día mi cuerpo acuso el desgaste de los años,
de la seguridad de tener un cuerpo sano,
percibí la debilidad por la ausencia de ella: la salud.
Fue entonces que me vi rodeado, pero estaba solo.

Mi humanidad toda, estaba resentida…

Y mi tiempo dejó de ser mío…
siento que mi cuerpo ya no es mío, fue de otros…
Ellos buscaron en mi interior las causas de mi dolencia.

Para llegar a ella mi dignidad ultrajaron…

y de aquel fuerte y seguro ser, nada quedo…
y fui débil en la inseguridad de la carne,
y fue mi espacio, un vació grande y total.

Busque rostros entre el gentío…
pero solo encontré indiferentes caras,
que paseaban sus angustias y sus alegrías,
seguí buscando aquel rostro que un día vi.

Más de pronto me sentí rodeado…
ya no estaba solo en mi dolor,
entre tantos, uno solo lleno todo mi espacio,
pero Él lo es todo, él solo es multitud.

Ya no me sentí solo, ni débil…
ya no estaba solo…
Él estaba junto a mí, él estaba en mí.
Si Él…, Jesús Nuestro Señor…