Ubicarme
P. Fernando Pascual
10-9-2025
Hay momentos en los que surge
la pregunta: ¿dónde me encuentro en el camino de la vida? ¿Qué ha ocurrido en
estos años? ¿Hacia dónde me dirijo ahora?
Son momentos que pueden
llenarme de alegría, si me siento sanamente satisfecho de lo que hago ahora y
del trayecto recorrido.
Son momentos que pueden
revestirse de tristeza, incluso de amargura, si constato que no me siento
ubicado, si me he perdido en opciones negativas.
Son momentos que pueden tener
un tinte de esperanza, o de ansiedad, o de miedo, ante un futuro que se reviste
de incertezas y amenazas.
Necesito ubicarme, saber dónde
estoy, de dónde vengo y hacia dónde camino, para luego identificar aquellas
decisiones que me orienten hacia lo bueno.
Existe el peligro de no lograr
una visión objetiva de los hechos: hay quienes se sienten fracasados cuando sus
vidas han sido bellas, o quienes presumen de felicidad cuando no son capaces de
reconocer sus egoísmos y mentiras.
Por eso, pido luz a Dios para
que me dé una mirada serena, sin engaños, sin pesimismos u optimismos que me
impidan ver mejor lo que estoy viviendo.
Pido que me ayude a reconocer
los errores y pecados, para pedir perdón y comprometerme a reparar, sobre todo
a quienes haya hecho sufrir.
Pido que me ayude a
identificar éxitos y acciones buenas sin vanagloria, con sencillez, sobre todo
con gratitud.
Pido que abra mis ojos ante
tantos corazones y tantas manos que me ayudaron en momentos difíciles, que me
ofrecieron horizontes de trabajo, que me aconsejaron para evitar un mal paso.
Pido a Dios, sobre todo, que
encienda mi corazón con el fuego de su presencia, para que recuerde que soy
hijo, que Él me acompaña en cualquier situación, que Él me espera para un
abrazo que desea darme en una morada eterna...