Huellas en el alma
P. Fernando Pascual
4-9-2024
Noticias, imágenes,
comentarios, cambios de presión, dejan huellas en el alma. Algunas de esas
huellas pasan fugazmente. Otras nos afectan en profundidad y pueden durar por
mucho tiempo.
El sabor agradable de una
buena mermelada de ciruelas crea una huella de agrado, que puede durar algunos
minutos, incluso nos lleva a iniciar el día con más entusiasmo.
La noticia de la muerte de un
amigo deja una huella de dolor, que puede durar semanas, tal vez meses.
También lo que vemos en
Internet deja sus huellas. Algunas imágenes pasan fugazmente ante nuestros
ojos. Otras nos afectan. Por eso, en algunas páginas encontramos un aviso
importante: estas imágenes pueden herir la sensibilidad.
A veces nos vence la
curiosidad y entramos a ver esas imágenes. Si se trata de una muerte violenta o
de una desgracia absurda, las imágenes se graban más a fondo, incluso vuelven a
nuestra memoria una y otra vez.
Nos damos cuenta de la
importancia de un buen filtro, para no dejar que imágenes o lecturas nos dañen
internamente. Necesitamos vivir en cierta armonía interior, y sabemos cómo un
vídeo de esos que giran por ahí puede crearnos un daño insospechado.
No se trata de cerrar los ojos
ante los inmensos sufrimientos del mundo. Tampoco se trata de negar que existen
males morales e injusticias que provocan heridas en miles de inocentes.
Lo que resulta importante es
reconocer cuándo algo (imagen, lectura, comentario) deja una huella que nos
daña, para evitarlo en el futuro, y cuándo otra impresión nos motiva para
mejorar y para abrirnos a las necesidades de nuestros hermanos.
Este día llegarán cientos de
estímulos de todo tipo a nuestros ojos, nuestros oídos y nuestro corazón. Cada
estímulo dejará una pequeña o gran huella en mi alma.
Pido a Dios que me ayude a no
hacerme insensible ante el dolor ajeno, que me enseñe a liberarme de ideas o
imágenes que me lleven al egoísmo, a la lujuria, a la avaricia, a ese terrible
cinismo que me hace indiferente ante el pecado.
Sobre todo, le pido a Dios la
gracia de apartarme de todo aquello que me lleve al mal, y que me ayude a
acoger en mi corazón gracias y luces que se conviertan en huellas benéficas y
fecundas en mi alma...